La piel protege el interior del cuerpo de fuerzas externas como los elementos y los microbios. Al ser sensible al tacto, la piel ayuda a regular la temperatura corporal, produce hormonas esenciales y almacena grasa, productos metabólicos y agua.

La piel protege el interior del cuerpo de fuerzas externas como los elementos y los microbios. Al ser sensible al tacto, la piel ayuda a regular la temperatura corporal, produce hormonas esenciales y almacena grasa, productos metabólicos y agua.