No hay mejor razón para hacer trampa en la dieta o para darle vacaciones, por así decirlo, ¡que disfrutar un banquete navideño! Todos lo hemos hecho y posteriormente sentimos remordimiento. Permitirnos deliciosas y tentadoras comidas durante las reuniones navideñas es, después de todo, uno de los actos centrales de cualquier festividad o temporada navideña.
